Niños/as y adolescentes
“ Closeness and intimacy to another person is more than just a desire it is a basic human need.”
Las técnicas conductuales han demostrado ser las más eficaces en los cambios de comportamiento en los niños y las cognitivas en los adolescentes. Huímos de nuevos y no contrastados métodos de psicoterapia que no han demostrado científicamente su utilidad, más cuando se trata de tus propios hijos y familiares.
Nuestras técnicas conductuales han conseguido que muchos niños que presentaban problemas de conducta hayan dejado de sufrir por ello, tanto la familia como el propio menor.
Con los adolescentes, trabajamos sus creencias y sus desajustes conductuales y sociales así como los problemas de conducta y comportamiento, miedos, sus habilidades sociales, problemas de aprendizaje, entros otros.
¿Cómo es Nuestra Terapia Psicológica para niños/as y adolescentes?
La terapia psicológica para niños y adolescentes está guiada por el psicológico Gustavo Cabrera Coronas en sus consultas de Málaga y Loja (Granada), con una amplia experiencia en la evaluación y tratamiento de los trastornos psicológicos más frecuentes en menores y adolescentes.
Es bien conocido que la mayor parte de los problemas psicológicos de una persona se explican por factores y situaciones que se dieron en la infancia, por lo que resulta de vital importancia que los padres acudan a un psicólogo infantil, para corregir cualquier problema de comportamiento.
Nuestro pincipal objetivo es el de enseñar nuevas herramientas a padres e hijos para que su niñez se desarrolle de la mejor forma, así como garantizar un bienestar emocional y una mejor calidad de vida del niño/adolescente y familia.
Se aprenderán técnicas, pautas o estrategias aplicables al día a día para que tanto niños/adolescentes como padres puedan cambiar su manera de interactuar entre sí y el entorno que los rodea, de una manera mejor manera.
¿Qué Pasa si Mi Hijo no Quiere Ir a Consulta?
La psicología infantil está destinada a problemas que surgen en un momento especial del desarrollo en la infancia. Normalmente, los padres acuden al psicólogo infantil ante la preocupación de conductas de comportamiento que antes no existían, y muchos de estos comportamientos pueden deberse a cambios evolutivos normales o problemas que surgen con el desarrollo. En ocasiones, estos cambios pueden ser más o menos evidentes e incluso pueden pasar desapercibidos.
En el momento que veamos algún comportamiento inusual o simplemente, tengamos ciertas sospechas de que al niño/a o adolescente le pueda estar ocurriendo algo, es recomendable pedir ayuda psicológica cuanto antes, ya que suele ser muy frecuente que el niño/a o el adolescente llegue a nuestra consulta cuando el problema esté demasiado avanzado. Esto puede deberse a la dificultad de estos para mostrar sus sentimientos.
En muchas ocasiones, hay rechazo a la idea, pero hay que entender que ir a un psicólogo es un paso muy difícil para los adultos y aún más para los niños y adolescentes. Hay que tener muy en cuenta los estigmas sociales y tomar tomar conciencia que para que una terapia psicológica funcione, el niño o el adolescente tiene que estar dispuesto a formar parte de la terapia.
Además, hay que destacar que la adolescencia es una etapa con grandes conflictos emocionales, donde la mentalidad de los adolescentes cambia por temas sociales, sexuales o de autoestima. Un adolescente puede enviar señales de la necesidad de tener atención psicológica por los motivos descritos anteriormente, pero generalmente, diversos comportamientos y actitudes pueden mostrar que algo no va bien con ellos: el bajo rendimiento escolar, accidentes frecuentes, problemas con la ley, agresividad o conductas maníacas,etc. pueden ser señales para acudir a psicoterapia con un psicólogo especialista en adolescentes.
De igual manera, el descubrir la sexualidad pueden generar también muchos temores y malas vivencias, ya que es en esta etapa donde el adolescente desarrolla su identidad sexual y puede desarrollar miedos y fobias, o por el contrario, experimentar una conducta promiscua o descuidar su sexualidad y su cuerpo. A esto le podemos sumar que pueden aparecer trastornos de alimentación como la bulimia y anorexia.
La intervención se realiza desde un enfoque personalizado, teniendo en cuenta las características individuales de cada persona. Algunos de los problemas psicológicos con los que trabajamos son :
Principales Problemas a Tratar
- Depresión, inseguridad, tristeza o apatía
- Déficit en las habilidades emocionales
- Alteraciones o cambios en el estado de ánimo
- Dificultades en las habilidades sociales, relación y comunicación con otros niños o adultos
- Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
- Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)
- Acontecimientos vitales estresantes: enfermedades en la familia, adopción…
- Problemas de comportamiento en casa o en el colegio y alteraciones de conducta (desobediencia, agresividad, impulsividad)
- Incumplimiento de normas o límites
- Orientación a padres, familias y profesores.
- Ayuda para superar una pérdida o una separación familiar
- Fracaso escolar
- Técnicas de estudio
- Dificultades en la atención o para concentrarse
- Trastornos generalizados del desarrollo (TGD)
- Acoso sexual o maltrato infantil
- Somatizaciones (Dolores abdominales, dolores de cabeza por ansiedad o por mala gestión emocional)
- Educación sexual
- Trastorno de déficit de atención e Hiperactividad (TDAH) y trastorno de déficit de atención (TDA)
- Ansiedad y estrés (social, ante los exámenes…)
- Desconfianza, adicciones, sensación de fracaso personal, autolesiones,etc.
- Fobias o miedos
- Dificultades en la separación de la figura de apego (dormir solo, ansiedad, al ir al colegio…)
- Tolerancia a la frustración
- Celos
- Bullying o acoso escolar
- Conductas dependientes (videojuegos, nuevas tecnologías, drogas, alcohol…)
- Problemas de autoestima y seguridad en sí mismo
- Problemas de sueño (insomnio, pesadillas, terrores nocturnos…)
- Falta de motivación ante los estudios y otras actividades
- Trastornos del aprendizaje
- Superdotación o Altas capacidades
- Dificultades para estudiar o realizar exámenes de forma correcta
- Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, obesidad, atracones…)
Destacamos aqui, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad ya que es uno de los problemas más comunes que suele presentarse en la niñez y en nuestra consulta:
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuente en la niñez. Habitualmente su diagnóstico se realiza en la niñez y a menudo dura hasta la adultez. Los niños con TDAH pueden tener problemas para prestar atención, controlar conductas impulsivas (pueden actuar sin pensar cuál será el resultado) o ser excesivamente activos. Decidir si un niño tiene (TDAH) es un proceso de varios pasos. No hay un único examen para diagnosticar el TDAH y hay muchos otros problemas, como la ansiedad, la depresión y ciertos tipos de trastornos del aprendizaje, que pueden presentar síntomas similares.
Signos y síntomas: Un niño con TDAH puede presentar las siguientes conductas:
- Fantasear mucho
- Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia
- Retorcerse o moverse nerviosamente
- Hablar mucho
- Cometer errores por descuido o correr riesgos innecesarios
- Tener problemas para resistir la tentación
- Tener problemas para respetar turnos
- Tener dificultades para llevarse bien con otros
Es difícil para la persona organizarse o terminar una tarea, prestar atención a los detalles o seguir instrucciones o conversaciones. La persona se distrae fácilmente o se olvida de detalles de la rutina diaria.
- A menudo no logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en las actividades escolares, en el trabajo o en otras actividades.
- A menudo tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
- A menudo pareciera que no escucha cuando se le habla directamente.
- A menudo no cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas del hogar o las responsabilidades del lugar de trabajo (p. ej., pierde la concentración, se desvía).
- A menudo tiene problemas para organizar tareas y actividades.
- A menudo evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren realizar un esfuerzo mental durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas escolares).
- A menudo pierde cosas necesarias para las tareas y actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, herramientas, billeteras, llaves, papeles, anteojos, teléfonos celulares).
- A menudo se distrae con facilidad.
- A menudo se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
La persona se mueve nerviosamente y habla mucho. Le resulta difícil quedarse sentada quieta durante mucho tiempo (p. ej., para una comida o mientras hace la tarea escolar). Los niños más pequeños pueden correr, saltar o trepar constantemente. La persona se siente inquieta y tiene problemas con la impulsividad. Una persona que es impulsiva puede interrumpir mucho a otros, agarrar cosas que les pertenecen a otros o hablar en momentos inapropiados. Es difícil para la persona esperar su turno o escuchar instrucciones. Una persona con impulsividad puede tener más accidentes y lesiones que los demás.
- A menudo se mueve nerviosamente o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
- A menudo deja su asiento en situaciones en las que se espera que se quede sentado.
- A menudo corre o trepa en situaciones en las que no es adecuado (en adolescentes o adultos puede limitarse a una sensación de inquietud).
- A menudo no puede jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila.
- A menudo se encuentra “en movimiento” y actúa como si “lo impulsara un motor”.
- A menudo habla de manera excesiva.
- A menudo suelta una respuesta antes de que se termine la pregunta.
- A menudo le cuesta esperar su turno.
- A menudo interrumpe a otros o se entromete (p. ej., se mete en conversaciones o juegos).
Los síntomas de los dos tipos anteriores están igualmente presentes en la persona.
Importancia De Un Psicólogo Infantil y Juvenil
La niñez la asociamos a la felicidad plena y la ausencia de problemas pero es una etapa que no est excenta de problemas de diversa índole que afectan su bienestar emocional. Al igual que los adultos, estos necesitan una terapia individualizada ya que cualquier cambio en la vida de un niño o adolescente puede afectar su salud mental. Estos cambios pueden ser grandes o pequeños: un cambio de ciudad, de colegio, de entorno social, la separación de sus padres, la llegada de un nuevo hermano… pero crean ansiedad, cambios de humor y miedos. El proceso de adaptación a estos nuevos cambios se puede producir de forma correcta y en un corto periodo de tiempo, o por el contrario, alargarse en el tiempo, y crear malestar y sufrimiento en el día a día. En estos casos es fundamental el papel de un psicólogo especializado en terapia psicológica de niños. Gustavo Cabrera Coronas te ayuda para que su/sus hijos desarrollen las habilidades apropiadas para afrontar estas dificultades, adaptarse a los cambios y detectar los problemas antes de que puedan agravarse desembocando en traumas y problemas psicológicos que empeorarán en su edad adulta. Además de aportar todas las herramientas, pautas y apoyo a los padres, para la evolución de su hijo y la mejora del ámbito familiar. Tu psicólogo Gustavo Cabrera Coronas aborda estos problemas o dificultades de forma personalizada y profesional en cada una de estas etapas para garantizar su bienestar emocional, social, escolar y familiar.
Los motivos más frecuentes de consulta suelen ser los problemas de conducta (berrinches, comportamiento desafiante…) en el colegio o en casa, los miedos o fobias (miedo a la oscuridad, a dormir solo…), los celos, la ansiedad (ansiedad de separación con la figura de apego…) y lo problemas en el correcto control de los esfínteres.
Los motivos de consulta más comunes son los relacionados con la interacción o integración con su grupo de iguales y la adaptación al medio escolar. Entre ellos se encuentran los problemas de conducta, las alteraciones en el estado de ánimo, los problemas de autoestima, la ansiedad y el trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH, TDA).
Los motivos de consulta más frecuentes son los relacionados con el rendimiento académico, la autoestima y el autoconcepto y la autoimagen, las conductas antisociales, la conducta alimentaria, y la integración en el grupo de iguales. A partir de esta edad, los problemas psicológicos serían atendidos por nuestros psicólogos para adolescentes.
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Beneficios de la Terapia Infantil o Para Adolescentes
- Mejorar su seguridad y autoestima
- Resolver problemas de conducta
- Disminuir la tensión, estrés y ansiedad
- Desarrollar el vocabulario necesario que le permitirá expresar sus emociones.
- Aprender técnicas de resolución de conflictos y control de impuslsos
- Desarrollar su propio sistema de valores.
- Gestionar el problema que esté manifestando en niño/a o adolescente.
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